Foto Credito Jonathan Loarca
La noche tuvo un contraste que iba desde la amargura de los seguidores de los New York Red Bulls ante la pobre y decepcionante presentación de su equipo, hasta el inmenso júbilo que mostraron los seguidores del NYCFC por la valentía y entrega de su club, en este accidentado derbi que acabó con los del Bronx siendo el mejor once, esto pese a tener tan solo nueve jugadores durante un tramo del juego y viniendo desde atarás para empatarlo a un gol por bando.
Foto Credito Juan M Pena
Más de 30 mil aficionados se dieron cita en el Yankee Stadium para este encuentro, entre dos clubes que luchan por darle alcance al líder de la liga el Atlanta United, al final del partido el vencedor sin derramar una gota de sudor fue el equipo de Georgia. Los primeros minutos resultaron muy entretenidos, con ambos equipos buscando la portería contraria, la fluidez del juego se hizo una constante y las chances de gol comenzaron a asomar.
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El primer tanto fue de los hombres de rojo y como era de esperarse fue Bradley Wright-Phillips quien vacunó a Sean Johnson, la acción nació luego de que Royer recuperara un balón en el área de NYCFC, el cual luego de combinarse con Kaku sirvió con precisión de cirujano a BWP, el delantero con un sensacional desmarque y posterior maniobra con remate de cabeza abrió la cuenta, se corrían 37 minutos.
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Las cosas empeoraron desde aquel momento para los de casa, el debutante Eloi Amagat se marchó a las duchas, luego de una fuerte falta por detrás a Daniel Royer, el central con inmediatez luego del contacto y sin titubeos mostró la papeleta ante la sorpresa y desaprobación del futbolista español. En desventaja y con un hombre menos el NYCFC se fue al vestuario, las cosas no pintaban nada bien.
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Para la segunda parte Domènec Torrent puso la carne al asador e hizo ingresar a Jo Inge Berget en lugar de Ismael Tajouri, los dividendos fueron inmediatos, el espigado delantero en un córner estuvo a punto de abrir la cuenta con un rematé de cabeza, minutos después bajó un balón enviado por Moralez para habilitar a David Villa y el español con un fogonazo venció al meta Luis Robles para el 1-1, la explosión de júbilo del capitán del NYCFC llenó de júbilo a los suyos; lamentablemente Berget se lesionó y no pudo continuar luego de 10 minutos en la cancha.
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El partido se volvió muy físico y ambos clubes comenzaron a llenarse de tarjetas amarillas, los ánimos se caldearon tanto que daba la sensación que de verdad existe un marcado odio entre ambas franquicias, la situación se descontroló cuando el delantero BWP se marchaba solo a portería y Ebenezer Ofori con un empujón y patada al gemelo tumbó al goleador, con la ayuda del VAR, el central le dijo adiós al futbolista ganes del NYCFC.
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Con su rival con 9 futbolistas y con 17 minutos por jugar más el descuento, se pensó que RBNY se comería sin misericordia a su rival, la realidad mostró que la víctima se volvió el opresor, los de casa defendieron con tesón y atacaron con mayor peligrosidad que su contraparte, sus seguidores les empujaron, el aliento fue incesante y con ese empuje merecieron más, mientras que Chris Armas y sus hombres lucían maniatados mentalmente e incapaces físicamente.
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Al término del partido pese al empate a un gol por bando, el NYCFC dejó claro ser más equipo que su rival, demostró una gran capacidad de reaccionar ante la adversidad, un gran deseo de ir al frente y ganar los partidos, sus fans pueden sentirse satisfechos, por el otro lado RBNY dejó mucho que desear y a pocos días de enfrentar al D.C United genera excesivas dudas en torno a su rendimiento y fortaleza mental.
