Foto Jonathan Loarca
El partido entre el local D.C United y los New York Red Bulls representó la manera en la que se deben jugar los derbies, ambos equipos se entregaron al máximo, sufrieron mucho, celebraron hazañas, los fans hicieron su parte poniendo la fiesta en la tribuna, las estrellas en la cancha brillaron al máximo, sin embargo la balanza no se desniveló para un bando, cabe destacar que la figura de la tarde fue Bradley Wright-Phillips.
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Desde el arranque del partido ambos equipos se brindaron al máximo, el juego ofensivo tomó parte central y las defensas de ambos clubes sufrían poniendo sus vidas al filo de la navaja. Por D.C United la calidad de Wayne Rooney, Luciano Acosta, Paul Arriola y el costarricense Ulises Segura deleitaba el paladar de los aficionados locales, pero sufrían con la movilidad de Kaku Romero, la presencia asesina de Bradley Wright-Phillips y las corridas de Danny Royer, sin olvidar los embates de los laterales Lawrence y Amir Murillo.
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A los 25 minutos se dio la primera anotación del juego, la acción que originó el mismo de dio en una desatención defensiva de Nueva York, en la cual Luciano Acosta le robó el balón en la salida a Parker e inmediatamente sirvió a un desmarcado Paul Arriola, el posterior remate del delantero capitalino fue desviado en su trayectoria por Kemar Lawrence y terminó besando la red del marco defendido por Luis Robles.
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A los 41 minutos, el escurridizo mediocampista argentino Kaku envió un tibio centro al área de los de casa, el flojo remate de cabeza del receptor Tim Parker comprometió sorpresivamente a Bill Hamid, quien terminó cometiendo un craso error que capitalizó Bradley Wright-Phillips, el temerario delantero con una bicicleta emparejó el marcador.
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Wayne Rooney es el tipo de futbolista que no se le puede descuidar porque te castiga, los defensores de RBNY aprendieron la lección de la manera más difícil, a los 64 minutos, el defensor Oneil Fisher que había ingresado al inicio de la segunda mitad, habilitó con un perfecto pase al goleador inglés, este sin contemplaciones y con extrema categoría volvió una locura el Audi Field al marcar el 2-1.
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Con el juego cuesta arriba, los hombres de Chris Armas adelantaron líneas, en una de sus habituales escapadas el panameño Amir Murillo encontró en el área al antídoto de todos los problemas ofensivos de RBNY, el mejor jugador en la historia de la franquicia BWP con un remate de primera intención venció por segunda ocasión al meta Bill Hamid y silenciaba a una entusiasta afición del D.C United una vez más.
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Pese al empate de BWP, el equipo de Ben Olsen no bajo los brazos y continuó buscando castigar a su más odiado rival, Wayne Rooney la tuvo y la dejó ir, sin embargo minutos más tarde su socio en ataque Luciano Acosta a pase de Yamil Asad desniveló el marcador provocando una sensación de locura entre sus fans, el argentino mostró una gran calidad en la definición con un toque sutil sobre Luis Robles, golazo a los 87 minutos, en ese momento se pensó que D.C sumaria de manera inevitable tres puntos más.
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Con la espalda entre la espada y la pared los New York Red Bulls continuaron buscando en los minutos finales la paridad, un largo servicio que fue bajado con mucha calidad por Alex Muyl abrió la puerta para el gol del empate, el canterano con prontitud y con mucha categoría sirvió al corazón del área, donde BWP se deshizo de su marca y con el sello de la casa, un tan solo toque volvió a poner de rodillas a Hamid para el definitivo 3-3.
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Partidazo el de New York Red Bulls y el D.C United, un juego que estuvo lleno de emoción de principio a fin, un compromiso donde las estrellas se mostraron en su máximo esplendor y que llenó de satisfacción a los aficionados presentes en el Audi Field, BWP se llevó los más altos honores en este duelo de goleadores ingleses ante Wayne Rooney, será interesante volver a ver a ambos equipos en una serie de playoffs, el espectáculo estará garantizado.