© Noah K. Murray-USA TODAY Sports
El fútbol tiene esas cosas raras, te premia sin aveces merecerlo o te castiga cuando haz dado lo mejor de ti, la pelota en ocasiones se vuelve caprichosa y hace lo que desea, sin importar que detrás de ella estén futbolistas de la talla de David Villa, cuando ella se pone sus moños no hay poder humano que le diga lo contrario, el miércoles por la noche en el Yankee Stadium, la redonda no quiso entrar para los de casa, su trato fue diferente con el New England Revolution que lo ganó 1-0.
El NYCFC prácticamente fue el único equipo en el terreno del Yankee Stadium, creó oportunidades desde que arrancó el juego, lo intentó Ronald Matarrita que inició encendido, llegó la chance para Valentín Castellanos que en múltiples ocasiones erró, la buscó David Villa y no pudo concretarla, más adelante Alex Ring, Antón Tinnerholm, Sebastián Ibeagha, Maxi Moralez, James Sand, prácticamente todo el once inicial, estoicamente Knighton y compañía resistieron y mantuvieron el cero en su portería.
El fútbol es tan, pero tan injusto en ocasiones que la mejor oportunidad de gol la tuvo el equipo que no propuso en ofensiva, el club que se graduó esta noche como un especialista defensivo, Brian Wright frente a Sean Johnson sacó un potente disparo que marchaba inevitablemente hacia el fondo de la portería de no ser por el vertical que le dijo que no a la injusticia.
El segundo tiempo fue la repetición del monólogo de la primera parte, el NYCFC fue el mejor equipo, cada uno de sus futbolistas se volcó con convicción al ataque, lastimosamente cada triangulación, disparó de media- larga distancia y sociedades chocaron una y otra vez con la solidez del muro defensivo de los Revs, Villa, Sweat, Lewis, Castellanos, tocaron la puerta sin éxito. La suerte sin embargo, le sonrió a los Revs en un rebote suelto en el área en una de esas escasas aproximaciones de la visita Brian Wright anotó su primer gol en la MLS, un gol que bastó para darle la victoria a su club.
Con el gol a favor los Revs vieron como se les vino el vendaval de NYCFC, los de Domènec Torrent lo buscaron con insistencia, la fortuna les dio la espalda, pese a que jugaron uno de sus mejores partidos, les faltó un poco de calidad en el último tercio o algo de suerte, con el final del partido el New York City F.C se marchó al camerino con la sensación de que hoy la dioses del fútbol les robaron tres puntos que con mucho mérito merecían y van de camino a New England.