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Australia mereció muchísimo mas en su encuentro ante Dinamarca, lo arrinconó durante largos tramos del partido, creó inmejorables oportunidades para poner el juego en sus términos, pero fracasó ante la brillante actuación bajo los tres palos de Kasper Schmeichel, los actos heroicos del guardameta danés privaron a los socceroos del triunfo, quienes luego de lograr el empate, continuaron la búsqueda sin fortuna del gol del triunfo, el cual nunca apareció para premiarles su mejor juego.
La representación de Dinamarca se puso adelante en el marcador, lo hicieron gracias a un golazo de Christian Eriksen, quien recogió en el área un esplendoroso servicio de Nicolai Jorgensen, y con una definición impecable, en un remate de primera intención, superó al guardameta australiano para el 1-0, sin lugar a dudas, el gol de la estrella danesa, es uno de los más hermosos hasta el momento en Rusia 2018.
Australia en este partido fue el equipo protagonista, su rival después del gol se vio imposibilitado de llevar acabo su juego, a medida que trascurría el partido se veía más metido en su propio campo y la presión australiana les llevó a cometer un error, en un centro al área Yurary Poulsen con la mano cambió la trayectoria de la pelota, el árbitro central con la colaboración del Video Assistance Referee (VAR) decretó la pena máxima, la cual Mile Jedinak intercambio por un gol.
El resto del partido se convirtió en un monologo, en el cual Australia atacaba y Dinamarca se defendía como podía, siendo amos y señores del partido los australianos sumaron más hombres en ataque, Aarón Mooy, Tom Rogic, Arzani, Leckie intentaron batir a Schmeichel con remates de media y larga distancia, los cuales el inspirado cancerbero logró contener en esta heroica presentación en perjuicio del mejor juego australiano.