Foto Credito/Manu Boutureira
Se presentaban en A Coruña los dos peores equipos por clasificación, con la misma meta, recortar puntos para intentar salvarse.
El partido empezó con emociones, porque no llevábamos ni cinco minutos de juego cuando un penalti sobre Lucas, cometido por Luis Hernández, es transformado por Lucas, rompiendo así su mala racha de una vuelta entera sin meter un gol.
Se notaba lo que se jugaban los dos equipos, ya que ninguno de los dos arriesgaba en ataque, y las imprecisiones eran notables, con pérdidas de balón por ambos equipos.
Al filo del descanso, un córner lanzado por los malaguistas al segundo palo, lo introduce Guilherme en su propia puerta, otra vez como había empezado y con un gol psicológico, que enfadaba a la parroquia local, que despedía a su equipo con silbidos.
Foto Credito/Manu Boutureira
Ya en el segundo tiempo los locales seguían intentado adelantarse en el marcador, con bastantes imprecisiones y en el que los visitantes aprovechaban para salir a la contra, con poca fortuna.
La insistencia del Depor tuvo su recompensa, un centro de Mosquera, con una gran definición de Adrián ponía el 2-1.
El Málaga no tardó nada en levantarse, a los 3 minutos, Rolan metió un gol al que será su equipo el año que viene, poniendo el 2-2 que parecía definitivo.
El partido era ya de ida y vuelta, y un fresco Borja Valle asistió a Adrián, que el minuto 85 hacía un doblete más que necesitado y que daba la victoria a un Depor 3 meses déspues.