Foto Credito/Juan M. Pena
Perú recibió el respaldo de su afición en su visita a Harrison, New Jersey, se sintió en casa, su público se le brindó por completo, en la tribuna hubo una fiesta donde las olas rojas inundaron el Red Bull Arena, escenario que lució espléndido y cantó durante largos tramos del partido el popular Olé! Como muestra de aprobación al producto que se mostraba en la cancha y que derrotó de manera convincente a Islandia 3-1.
Foto Credito/Juan M. Pena
A pocos segundos de haber culminado el apasionado canto del himno nacional peruano, llegó el 1-0 en el marcador (3’), un centro al área de Miguel Trauco lo desvió a portería Renato Tapia. Los europeos intentaron hacer su juego e hicieron uso de una de sus principales virtudes; el juego aéreo, fue así que el espigado Jon Guoni Fjoluson, a los 22’ superó a Carlos Caceda para el 1-1.
Foto Credito/Jonathan Loarca
En el complemento los hombres de Ricardo Gareca, continuaron siendo los mejores en el césped de Red Bull Arena, la presión de sus futbolistas provocó un hueco en la ordenada defensa de Islandia, el cual terminó con La Pelota en el fondo de las redes, luego de una acción que concluyó Raúl Ruidiaz (2-1). Faltaba el gol de la estrella de Peru, el laborioso Jefferson Farfán, obtuvo el premio a su trabajo al minuto 75, momento en el que dentro del área, se las arregló para colar un remate raso, al fondo de la meta defendida por Schhram.
Foto Credito/Jonathan Loarca
Perú fue contundente, gusto, atacó e hizo los goles que pusieron a delirar a la marea roja que dejó alma, vida y corazón en las frías tribunas del Red Bull Arena alentando a los suyos, en la cancha Ricardo Gareca y sus futbolistas disfrutaron del cariño y más importante aún, fortalecieron mucho más la fe de un pueblo, que añora grandes cosas en el próximo campeonato mundial y que con noches cómo está, puede ilusionarse con ver esos sueños hechos realidad.
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